Informes recientes de medios internacionales revelan que Apple y Samsung han mostrado un marcado interés en asociarse con Qualcomm para una posible adquisición de Intel. Para Qualcomm, que se encuentra en una disputa con ARM, la posibilidad de hacerse con propiedad intelectual x86 resulta especialmente atractiva.

Por otro lado, Apple ya dispone de una división de hardware SoC con tecnología basada en ARM, desarrollando chips personalizados para todos sus dispositivos, incluidos los Macs. La adquisición de Intel potenciaría significativamente sus capacidades, una intención estratégicamente compartida por Samsung.

A pesar de la enorme presencia de Intel en los mercados de procesadores para ordenadores y servidores, sus acciones han estado cayendo durante varios trimestres. Esta recesión ha disminuido su valoración en el mercado, poniéndola al alcance de las principales empresas tecnológicas interesadas en adquirirla.

Lamentablemente, Intel enfrenta obstáculos significativos, habiendo anunciado recientemente despidos que afectarán a más del 15% de su fuerza laboral, lo que supone más de 15,000 puestos. Esta medida es parte de una iniciativa de reestructuración que también incluye la suspensión de dividendos a partir del cuarto trimestre, con el objetivo de ahorrar 10 mil millones de dólares para el 2025. Los ingresos de Intel cayeron un 1% en el segundo trimestre, alcanzando los 12,830 millones de dólares, lo que resultó en una pérdida neta de 1,610 millones de dólares.

Además, en el ámbito de la inteligencia artificial, Intel se queda atrás respecto a competidores como AMD y Nvidia. Los actuales esfuerzos de transformación de la empresa son en gran medida reactivos y, en última instancia, la viabilidad de una adquisición dependerá de los procesos de aprobación y de las condiciones del mercado, que en este momento parecen complicadas.